El unguento permite masajear calentando ligeramente la zona afectada para penetrar localmente las propiedades de las plantas a diario.

 

El vinagre aquí se frota sobre la piel de las zonas afectadas, ya que tiene la capacidad de “rascar”, “despegar” y estimular lo estancado.

 

La tintura de plantas se ingiere y aporta a todo el organismo su acción global como tratamiento de fondo.

 

El elixir vibratorio es más sutil, actúa sobre los estados mentales y emocionales subyacentes para alinear los diferentes planes de sanación.